¿Cuántas horas al día pasas sentado?
Uno de los dolores por los que más acuden al osteópata las personas que pasan mucho tiempo sentados es el dolor de espalda en la zona lumbar, más conocido como lumbalgia. ¿Por qué se produce este dolor? Para empezar porque la posición de sedestación no es la natural del ser humano. Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, no para pasar ocho horas diarias (con suerte) sentado delante de una pantalla.
La columna vertebral está formada por tres curvas (lordosis cervical, cifosis dorsal y lordosis lumbar), y este diseño es así para soportar el peso de nuestro cuerpo. Al estar mucho tiempo sentados, además de que la columna pierde su función principal, generalmente solemos hacerlo en una postura que no es la correcta, perdiendo la curvatura normal de la zona lumbar. La columna lumbar por naturaleza presenta una lordosis o curvatura hacia dentro, mientras que la postura más típica cuando estamos sentados, sobre todo si pasamos mucho tiempo sin levantarnos, es echar los hombros hacia delante y la zona lumbar hacia atrás, creando una curva convexa en lugar de cóncava.
Pasar muchas horas al día sentados, además, hace que la musculatura de la zona central del cuerpo pierda su función de colaborar a la hora de mantener una postura correcta (ya tienes el respaldo de la silla que hace eso sin ningún esfuerzo) y se acorten ciertos grupos musculares como los isquiotibiales o el psoas (no en vano, el acortamiento del psoas es una de las patologías más comunes en las personas que pasan muchas horas sentados).
El hecho de pasar mucho tiempo sin levantarnos de la silla influye en el consiguiente acortamiento de estos grupos musculares que afectan al dolor de espalda tan característico de las personas sedentarias. Debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo está formado por cadenas musculares que interactúan entre sí, no por músculos aislados. Lo que ocurre en una parte de nuestro cuerpo tiene consecuencias en todo nuestro organismo.
¿Qué podemos hacer?
Si pensamos que el gimnasio es una solución a nuestro sedentarismo, la verdad es que nos estamos engañando. Entrenar una hora al día no significa que no seamos sedentarios: la actividad física diaria también importa.
El primer paso hacia una vida alejada del sedentarismo es comenzar a ser conscientes de que necesitamos movernos más en nuestro día a día. Lo cierto es que podemos hacer muchas cosas para ser más activos en nuestro día a día, pero también es buena idea ir implementándolas poco a poco para que así pasen a formar parte de nuestro estilo de vida y no se conviertan solo en cambios puntuales que llevemos a cabo durante un mes.
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Ejercicio al levantarse: comenzar a moverte desde primera hora de la mañana no te quitará mucho tiempo (unos diez minutos son suficientes) y te puede reportar grandes beneficios como la producción de endorfinas desde primera hora del día y el desentumecimiento de tus músculos tras las ocho horas de descanso nocturno. Pon tu alarma diez minutos antes y dedica ese tiempo a hacer unos ejercicios de movilidad para tus articulaciones o unas cuantas repeticiones del saludo al sol de Yoga: no necesitas mucho espacio y tu cuerpo te lo agradecerá.
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Ir caminando o en bicicleta a trabajar: una bicicleta puede ser una buena inversión si tienes esa posibilidad. Si prefieres caminar, puedes bajarte del metro o autobús un par de paradas antes de tu destino para sumar pasos en tu día a día.
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No utilices el ascensor: si vas al trabajo en metro, un buen gesto para comenzar a moverte un poco más es el de dejar de lado las escaleras mecánicas y optar por las tradicionales. También en tu casa o en tu trabajo, di adiós al ascensor y elige subir por las escaleras, aunque solo sean un par de pisos (si tienes que subir hasta la sexta planta, quizás quieres empezar subiendo a pie solo hasta la segunda, para después ir aumentando los pisos). Esto te ayudará a mejorar la circulación de tus piernas y a hacer un poco de ejercicio aeróbico.
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Utiliza las funciones de salud de tu móvil: la Sociedad Española de Cardiología recomienda que nos levantemos de nuestra silla cada dos horas aproximadamente para dar un breve paseo que podemos invertir en ir a hablar con ese compañero que nos debe un informe (en lugar de llamarle por teléfono) o en ir a picar algo saludable a media mañana. Si eres de los que se abstrae completamente una vez que se sienta en la silla, una buena idea puede ser programar una alarma en tu reloj o en tu móvil que te indique que es hora de moverse. Si cuentas con un smartwatch, la mayoría de ellos tienen una función de "recordatorio de movimiento" que te invita a moverte cada cierto tiempo.
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Siéntate correctamente: si vas a pasar mucho tiempo sentado, al menos que sea en una buena posición. Asegúrate de que tu espalda está recta (respetando siempre la curvatura natural de tu columna) y apoyada en el respaldo de la silla. La altura de la silla debe dejarte apoyar ambos pies en el suelo (evita cruzar una pierna por encima de la otra) y mantener tus rodillas en un ángulo cercano a los noventa grados.
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Muévete en tu tiempo libre: la cultura de los "maratones de series los fines de semana" se va haciendo cada vez más fuerte, y es algo que a muchos de nosotros nos encanta. Si eres de los que se quedan pegados al sofá encadenando episodios, por lo menos levántate antes de que comience el siguiente y aprovecha para moverte y estirarte. Así, además, cambiarás de postura en el sofá y no dejarás que "te atrape".
Por supuesto, integrar el ejercicio físico en nuestra rutina diaria y llevar una dieta saludable también será de mucha ayuda a la hora de evitar las consecuencias que pueden dejar en nuestro cuerpo a corto y largo plazo el hecho de pasar muchas horas sentado.